jueves, 7 de agosto de 2008

Performance grabada (Flavia)

En un principio, estaba un poco nerviosa, porque no tenía claro qué iba a hacer. Intenté relajarme mientras caminaba por la sala y pensaba en qué haría en esta performance. Pensé en trozos de canciones y monólogos inventados en el momento, pero cuando pensaba en canciones, se me empezaban a olvidar, a pesar de que me las sabía, tal vez era producto de la ansiedad y el nerviosismo.

Cuando la profesora nos dijo que nos grabaría, pensé que eso me podría intimidar un poco, pero ya estaba en eso y había que “apechugar”, no me quedaba otra alternativa.

La performance partió con la presentación ante la cámara, la idea era caminar hacia ella junto con el lienzo que contenía la palabra “puereza” (en mi caso), no sé porque elegí esa palabra, pero fue lo primero que se me vino a la cabeza cuando la profesora, la clase anterior nos había pedido que pensáramos en una palabra mientras mirábamos una pared. Una vez que estaba frente a la cámara sentí algo de nerviosismo, pienso que está relacionado con el “miedo al ridículo”, que es algo que tengo que superar y que creo que esta actividad ayudó en cierta medida a lograr.

Luego, nos presentamos, diciendo nuestros nombres, fecha de nacimiento, rut y cosas que nos gustan hacer. En ese momento dije más de lo que quería decir. Cuando me vi en el video pensé que era producto de la sugestión de sentirse inmersa en un contexto medio loco, pero agradable en donde uno se libera en cierta medida de lo que es normalmente en la cotidianidad de la vida.

La presencia de la música, a mi parecer influyó en el desenvolvimiento de la performance, tanto en nuestra expresión verbal como corporal. Pero creo que este último aspecto podría perfeccionarse más, puesto que en ocasiones perdíamos la fluidez y la continuidad natural de los movimientos. En este sentido, creo que se debe a que no estamos acostumbrados a hacer conciente nuestra expresión corporal, de hecho nuestro cuerpo, muchas veces (lo digo a modo personal) nos resulta un problema; no sabemos donde ubicar los brazos, en determinadas ocasiones, no sabemos cómo pararnos frente a mucha gente, cómo dejar las manos, etc. Puede ser debido a nuestra cultura un tanto represora en el tema corporal.

De todos modos, la experiencia me resultó muy entretenida y más que eso, gratificante. Cuando salí de la clase, no me sentía igual que cuando llegué a ella.
En general, la experiencia del curso superó las expectativas que tenía de él. Lo recomiendo.